Se derrocaron las torres y subieron muladares; quien no tuvo, perdió todo las personas fueron nadie. Aunque hubo mucha muerte no se veÃa la sangre; era la muerte de una idea, no se pensaba en la calle. Terror y guerras siguieron, persecuciones y hambres; caÃa un fuego del cielo que dejaba en huevo el aire. Se llenaron los caminos de odios y de pesares. Se buscaban las familias por pueblos y por ciudades; unos de otros perdidos, extraños en todas partes; pobres, aislados, sin rumbo, ya sin más patria que el aire.
Autor: Agueda Pizarro
Precio: $25,000